miércoles, 22 de julio de 2015

TEMA 13- JESUS NOS ENVIO UN CONSOLADOR (Cateq. bautismal)

Nuestra experiencia

Varias semanas después de su Resurrección, Jesús subió al cielo y volvió, así, junto a su Padre. Pero antes de irse, nos prometió que enviará al Espíritu Santo.

El Espíritu Santo también es Dios, como el Padre y como el Hijo eterno. Por eso nosotros nos bendecimos "en el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo".

Recordemos hoy la venida del Espíritu Santo:

-¿Todos sabemos darnos bien la bendición?
-¿Cuándo debemos darnos la bendición?
-¿Podemos rezar a cada una de las tres divinas Personas?
-¿Cuántos dioses hay entonces?
-¿Tenemos que amar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo?

La Palabra de Dios

-Leamos cuando vino el Espíritu Santo: los apóstoles estaban con María y sobre ellos descendieron las lenguas de fuego. Quedaron llenos del Espíritu santo. (Hch 2,1-4)

Explicación del mensaje

-Antes de volver al cielo, Jesús nos prometió que iba a enviarnos un Consolador: el Espíritu Santo. Y cumplió su palabra el día de Pentecostés. Fue una cosa maravillosa: ese día los apóstoles y discípulos "estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en donde se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas  como de fuego, que dividiéndose se posaron sobre cada uno de ellos". Eran los signos de que había llegado el espíritu Santo.

-"Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas" (Hch 2,1-4). Y después, ese libro nos cuenta todas las maravillas y prodigios que el Espíritu Santo hizo en la Iglesia.

-Nosotros también recibimos al Espíritu Santo en nuestro bautismo. Y vamos a recibirlo más abundantemente en la Confirmación. Por eso, debemos adorarlo y amarlo como a nuestro Dios. Y debemos invocarlo para que nos ilumine, nos dé fuerzas y nos consuele. (p.36)


Hechos de los Apóstoles 2, 1-4

La venida del Espíritu Santo

Termina de colorear a María y a los apóstoles que reciben el Espíritu Santo.


Ven, Espíritu Santo

Desde ahora debemos tenerle una gran devoción al Espíritu Santo, sentirnos felices de ser bautizados y esperar con gran deseo nuestra Confirmación.

Creo en el Espíritu Santo. (p.37)

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