El Espíritu Santo nos guía en el camino de la vida
Nuestra experiencia
Cuando el Espíritu Santo viene a nosotros y habita en nuestro corazón, nos acompaña como guía durante toda la vida.
Esto también es un regalo de Dios que tiene un inmenso valor para nosotros.
Reflexionemos si nos hemos perdido en caminos desconocidos, qué papel tienen los "guías", hacia dónde tenemos que llegar al final de la vida, dónde podremos encontrar un guía seguro?
La Palabra de Dios
Leamos la escena de la columna de fuego en el viaje de los hebreros a través del desierto, guiados por Dios (Éxodo 13,17-22).
En el camino por el desierto, el Señor iba delante de ellos durante el día en una columna de nube para marcarles el camino.
...Y durante la noche en una columna de fuego para alumbrarlos.
Explicación del mensaje
-Uno de los detalles más bellos de la historia de Israel es la preocupación que Dios tuvo por guiar a su pueblo a través del desierto, hacia la tierra prometida.
-A Moisés lo nombró como jefe. Pero el Señor iba siempre al frente de ellos; de día manifestaba su presencia con una columna de nube y de noche con una columna de fuego, que los iluminaba.
-Pero más maravilloso es lo que hace ahora el Espíritu Santo para guiarnos por el camino de la vida. El se queda con nosotros, ilumina nuestra inteligencia y mueve suavemente nuestro corazón hacia el bien.
- Esa presencia del Espíritu Santo, que quiere ser nuestro amigo y nuestro compañero de camino, nos exige también una gran fidelidad y una gran docilidad hacia El.
-Cuando recibamos la Confirmación, debemos tener una fe muy grande en la presencia del Espíritu Santo, que está realmente en nosotros.
Expresión de la fe
¿ Qué les sucede a los que son guiados por el Espíritu Santo?
"Los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios, esos son hijos de Dios. (...) Y si somos hijos, también somos herederos : herederos de Dios y coherederos con Cristo..." (Romanos 8,14-17)
Compromiso
Explicamos, verso por verso, el canto Día y noche. Después de comprender todas las estrofas, cantamos con espíritu de fe:
"Día y noche
va tu Espíritu, Señor, conmigo.
Día y noche pienso
que tú estás en mí." (pp.38-39).
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