El Espíritu Santo nos comunica una nueva fortaleza espiritual
Nuestra experiencia
Todos los hombres sentimos, en algún momento de nuestra vida, miedo y debilidad. Es el efecto de nuestras propias limitaciones humanas.
Por eso nos alegra saber que el Espíritu Santo nos da una fuerza superior, que viene de Él.
Reflexionemos, acerca de la fascinación de los niños por ser fuertes; pensemos para qué nos sirve la fortaleza del alma, si no la tenemos qué pasará . Dios puede ayudarnos a ser fuertes?
La Palabra de Dios
Leamos juntos, el enfrentamiento de David y Goliat : cuando David era casi un niño venció al gigante Goliat (1 Samuel 17,4-11 y 32-54).
Salió de las filas de los filisteos Goliat, cuya estructura era de unos tres metros. David eligió en el torrente cinco piedras pulidas y se dirigió hacia el filisteo con la honda en la mano.
Tu vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo voy contra ti en nombre del Señor todopoderoso, el Dios de los ejércitos de Israel.
Explicación del mensaje.
- La historia de David es una de las más bellas del Antiguo Testamento. A los niños les fascina, precisamente porque David en ese momento era casi un niño y le ganó al gigante.
-Lo que sucedió en realidad es que David había sido ungido por Samuel y había recibido al Espíritu Santo ( 1 Samuel 16,13). Su fortaleza le venía del Espíritu de Dios, que estaba con él.
-Cuando recibamos al Espíritu Santo, el día de nuestra Confirmación, también nosotros tendremos una nueva fortaleza. Pero será una fortaleza espiritual e interior.
-El que tiene debilidad en el alma es un cobarde. Le tiene miedo a todo. Hace promesas y no las cumple. Le da vergüenza decir que ama a Dios y, cuando llega la tentación, se deja arrastrar por el mal.
-En cambio, el que tiene la fuerza de Dios en su corazón vence las tentaciones: no se deja llevar de la pereza, domina su mal carácter, no le arrastra la cólera, cumple sus promesas y guarda siempre los mandamientos de Dios.
Expresión de la fe
¿ Para qué instituyó Cristo la Confirmación?
Cristo instituyó la Confirmación para fortalecernos con el don del Espíritu Santo.
Compromiso
En una mesa redonda hablamos sobre cómo son espiritualmente débiles los niños de hoy. En éste diálogo, se puede llegar a comprender la propia debilidad y desear la ayuda del Espiritu Santo. Pedimos esa ayuda cada día. (pp.40-41).
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