17 Por el amor a los esposos se complementan y se ayudan mutuamente
"Serán dos en una sola carne".
El matrimonio exige a los esposos generosidad, en el sentido que deben gastar sus energías físicas y morales no para un interés egoísta, sino para el bien de los hijos.
Pero el matrimonio ha sido instituido también para el bien de los esposos en dos sentidos :
-Primero: El hombre y la mujer , en el matrimonio se complementan el uno al otro y se ayudan mutuamente para perfeccionar su personalidad y para superar las dificultades de la vida.
-Segundo: La intimidad física permite una satisfacción legítima de los deseos sexuales y sobretodo una sublimación de los mismos, por la cual, dejando de ser una mera manifestación de la carne, llegan a ser un signo de donación completa de amor auténtico...
Los esposos se complementan de tal forma que logran realizar esa "íntima comunidad conyugal de vida y de amor", de la cual habla el Concilio Vaticano II (Gaudium et Spes 48).
(p.19)
18 Por el amor los esposos se acercan juntos a Dios
"Caminar juntos hacia Dios"
Palabras del Concilio Vaticano II:
" Cristo Nuestro Señor bendijo abundantemente este amor multiforme de los esposos...; además permanece con ellos...para que se amen con perfecta fidelidad..., y para conducirlos eficazmente a Dios..., de tal manera que lleguen cada vez más a su propia perfección y a su mutua satisfacción y por lo tanto conjuntamente, a la glorificación de Dios" (Gaudium et Spes 48).
El amor de los esposos no se conforma con simples objetivos terrenales y humanos como tener familia, complementarse, ser felices, progresar económicamente, superarse, etc.
Los dos esposos se ayudan recíprocamente:
-A amar y servir a Dios de todo corazón cada día mejor.
-A practicar la vida cristiana, especialmente en la caridad con el prójimo.
-A lograr la salvación eterna.
(p.20)
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