lunes, 10 de noviembre de 2014

CARACTERISTICAS ESENCIALES DEL MATRIMONIO CATOLICO

Características esenciales del matrimonio Católico

23 La Unidad

"Uno para el otro, para toda la vida."

"Unidad" quiere decir que el esposo hace el don total de sí mismo a una sola mujer y la esposa se entrega a un solo hombre, totalmente.
Este compromiso vincula a los dos, hombre y mujer; no hay motivo ninguno para pensar que el hombre, por ser hombre, puede permitirse tener relaciones con varias mujeres. (p.22)

24 La indisolubilidad

"No separe el hombre lo que Dios ha unido".

Un día los judíos preguntaron a Jesús su parecer acerca del repudio de la esposa y Jesús contestó claramente: " No separe el hombre lo que Dios ha unido" (Mc. 10,9).
Por lo tanto no hay ninguna ley o autoridad humana que pueda destruir la unión aceptada libre y conscientemente por los esposos y consagrada por Dios como sacramento.
Además, esta unión tampoco puede ser destruida por la voluntad misma de los esposos, pues, esa indisolubilidad no puede quedar sometida a la libre opción de ellos mismos, porque está establecida por una clara voluntad de Dios que se manifiesta en la misma naturaleza del amor y en las enseñanzas del Evangelio.

25 Don total y libre
 
"No se case quien no sabe ser generoso".

Es de suma importancia considerar estas propiedades esenciales de matrimonio, no como algo que quita la libertad, como una obligación que impone a los esposos cargas insoportables, sino como la exigencia más natural y apremiante del amor conyugal, que pide un don total y exclusivo del uno al otro y de ambos a los hijos.
De hecho, los novios no tienen duda de que su amor será "único y eterno": nadie se casaría con quien no dé esa garantía de estabilidad.
Por consiguiente, el matrimonio no puede fundarse sino sobre esta manera natural de considerar el amor.
Además, el matrimonio cristiano, sacramento, según el Apóstol san Pablo, debe ser signo viviente del amor de Cristo por la Iglesia, un amor ciertamente perfecto, total, absolutamente fiel y eterno.
¿Cómo podría, un amor conyugal infiel y provisional ser signo del amor de Cristo por la Iglesia? (p.23)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario