LA PATERNIDAD RESPONSABLE
29 Qué significa "paternidad responsable"
"Los hijos que Dios quiera, pero...¿ cuántos hijos quiere Dios?
"Los hijos son, sin duda, el don más excelente del matrimonio y contribuyen sobremanera al bien de los propios padres".
Tener hijos es uno de los fines del matrimonio y es tan importante que quien, al casarse, pusiera la condición de no tenerlos, haría el matrimonio nulo, es decir, inválido.
Los esposos cristianos dicen: "Tendremos los hijos que Dios quiera", pero ¿ cuántos hijos quiere Dios? La Sagrada Escritura afirma: "Sed fecundos y multiplicaos y llenad la tierra". (Génesis).
Entonces, ¿mientras más numerosa sea la prole mejor se cumple este precepto? Entonces, ¿será más cristiana la pareja que tenga más hijos?
Es necesario interpretar rectamente éste mandato de Dios. Sería grave error considerarlo solamente desde el punto de vista cuantitativo, es decir, del número de hijos.
Dios ha dado a los seres humanos inteligencia y voluntad para que se orienten en la vida con su propia conciencia. A una pareja formada por personas inteligentes y libres, y no a una máquina irracional, se dirigió Dios al decir: "Sed fecundos y multiplicaos". (p.27).
Este mandato de Dios no se refiere tanto a la cantidad de hijos sino a responsabilidad de los padres:
-Dios pide a las parejas, con esas palabras lo que, en expresión moderna, llamamos la "paternidad responsable" .
-Dios quiere que los esposos den a su propia vida y al hogar una organización racional y cristiana.
-Dios seguramente no manda tener más hijos cuando esto se constituye peligro para la salud de la madre y, por consiguiente, compromete la educación de los ya nacidos.
-Dios no obliga la procreación a los esposos que no tienen con qué vestir los hijos ni de qué nutrirlos ni casa donde alojarlos.
-Dios no quiere que la esposa quede en embarazo cada año, acabando así sus energías, indispensables para la educación de los hijos que ya tiene.
En una palabra, es lo que el Concilio Ecuménico Vaticano II llama repetidas veces, paternidad responsable".
La misión de los esposos no es únicamente transmitir la vida en un sentido físico, sino también procurar las condiciones ideales para que esa vida que van a transmitir pueda desarrollarse debidamente, según conviene a la dignidad de la persona humana y de hijos de Dios.
30 Planeación de la familia
"Planear mejor para amar más".
Como consecuencia de lo anterior, la Iglesia no se opone, contrariamente a cuantos muchos afirman, a la planeación de la familia y a la regulación de la natalidad, pero afirma enfáticamente ciertos principios :
-Que esta planeación se haga para realizar una paternidad responsable en bien de los hijos y del hogar y no sea fruto del egoísmo de los esposos.
-Que no se considere la limitación de los hijos como el único o el principal medio para la solución de los problemas actuales de la familia y de la sociedad, descuidando, por ejemplo, la redistribución de las riquezas y la justicia social, la moralización de la familia y el control de la sexualidad.
-Que al elegir los medios que permitan limitar el número de los hijos , se tengan en cuenta los criterios morales y no sólo los económicos, científicos y hedonísticos.
31 El problema de los métodos
"No es lícito hacer el mal para conseguir el bien."
Hay que cuidar dos aspectos de la vida íntima de un hogar: no cometer nunca pecados y tampoco crear una situación crítica para la salud o la educación.
Parece un problema sin solución; sin embargo, la solución existe siguiendo estas normas:
1. Los esposos no deben seguir ciegamente el deseo sexual; para ellos muchas veces la abstinencia es un deber. El instinto debe ser controlado por la inteligencia y la voluntad. La educación del instinto sexual es sumamente necesaria y se debe realizar desde antes de casarse.
2. Cuando lo exige la paternidad responsable, los esposos pueden evitar el embarazo sin dejar de disfrutar la intimidad del matrimonio.
Para lograrlo, no deben usar métodos contrarios a las leyes naturales de la sexualidad o a la dignidad humana o, mucho menos, al mismo derecho de la vida. ( Encíclica sobre 2la vida humana" 13 y 14).
Los métodos más respetuosos de la naturaleza ( métodos naturales) se basan sobre la fisiología reproductiva de la mujer.
Cada mujer, por su propia naturaleza, a lo largo de su ciclo menstrual, es fecunda unos pocos días y estéril los demás días.
Los llamados "métodos naturales" (véase la Séptima parte) para regular la natalidad, identifican los días fecundos y estériles.
-Los esposos que necesitan evitar la concepción , llevan a cabo su relación sexual en los días estériles y la evitan en los días fecundos.
-Acerca de cómo se pueden determinar los períodos estériles y fecundos, existen varias técnicas que tienen en cuenta las reglas mensuales de la mujer, la temperatura basal del cuerpo y otras señales especiales, como la secreción cervical. (p.29).
- La explicación de tales técnicas y su aplicación práctica necesitan siempre la orientación de una persona competente.
Es permitido a los esposos el empleo de ciertos métodos terapéuticos, como las "píldoras anovulatorias", para curar enfermedades o trastornos físicos y psicológicos, según prescripción del médico, aún en el caso que dichas drogas impidan, como efecto secundario, la fecundación, durante el tratamiento.
Así lo enseña la encíclica sobre "la vida humana" en el número 15.
En éste problema delicado de los "métodos" para la planificación de la familia es oportuno tener presentes las siguientes orientaciones:
1. Los llamados "métodos artificiales" pueden ser abortivos o no abortivos. Son abortivos cuando actúan sobre el óvulo ya fecundado y lo matan. No son abortivos cuando impiden el encuentro con el espermatozoide con el óvulo y la consiguiente fecundación de este.
2. El uso de los "métodos artificiales" en la planificación familiar es siempre un desorden moral quebranta "la inseparable conexión que Dios ha querido, y que el hombre no puede romper por propia iniciativa, entre los dos significados del acto conyugal: el significado unitivo y el significado procreador".
3. A pesar de esto, es evidente que los métodos artificiales "abortivos" son un mal moral mucho más grave que los "no abortivos" porque no respetan la vida humana.
4. Pueden presentarse casos concretos en los cuales la pareja se encuentra sin saber qué hacer, a pesar de su buena voluntad de respetar la Ley de Dios. En tales casos es necesario consultar con el confesor, un sacerdote o con un "consejero matrimonial" que se inspire en los principios de la moral cristiana.
5. Detenidos estudios recientes en materia de "métodos artificiales" han permitido, no solamente asegurar un alto grado de eficacia de dichos métodos, sino también descubrir nuevas técnicas para para detectar los períodos estériles y fecundos de mujer. Por ejemplo, el llamado "método Billings", cuya sencillez, practicidad y eficacia lo hacen recomendable, se está imponiendo en el mundo entero". (p.30)
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